viernes, 12 de mayo de 2017

Mi contacto con los robots

Amo los robots... ¿quién no soñó con armar uno, o por lo menos poder manejarlo? Desde Wall-e y Eva, R2D2 y C3PO, B9 de "Perdidos en el espacio" y por que no, Bender de Futurama, todos siempre me fascinaron. Y en el fondo pensaba en su programación, en su armado.

Resultado de imagenHace unos años llegó al cine de la mano de Disney mi robot más amado, hasta diría que el más "alcanzable". BayMax, de la película "Grandes Héroes". Un robot médico, con la historia clínica personalizada de su paciente asignado.... no estamos muy lejos de lograrlo, no?

Pero dejando atrás los sueños, este año tuve la oportunidad de acercarme a la robótica educativa, participando en varios proyectos, lo que me lleva hoy a escribir este post, para contar mi experiencia, pensando que puede servirle a otros educadores que quieren explorar esta herramienta en el aula.

Lo primero que llevé al aula, un pseudo-robot, que me sirvió para que los chicos puedan diferenciar lo eléctrico de lo electrónico, fue el vibrabot. Un motor, unas baterias, un vaso o una lata, 4 marcadores, unos tornillos. Increible la felicidad de chicos de 13/14 años. Armando, desarmando (algunos motores los sacamos de lectoras de CD/DVD viejas), tuneando.



Después, conseguí unos Arduino Uno, y empecé a probar motores y leds con S4A (Scratch para Arduino), Snap y con Arduino "puro". En casa armamos un autito con una botella de agua de 500cc, un motor movido con el Arduino. Atrás, adelante. Tuvo sabor a poco y la tensión de la correa era difícil de lograr, había que trabajar con el soldador... nunca pasó de un prototipo (con mi familia nos divertimos bastante).

Empecé a pensar que una forma económica de hacer un robot, y de involucrar a los chicos en el proceso, era utilizar la impresora 3D junto a las placas Arduino y los motores, así con un compañero, Simón Yagás, preparamos unos "TITO", una versión de OTTO, un proyecto libre con Arduino Nano, 4 motores servo y sensor de proximidad.




La verdad, nunca logramos hacer que quede tan lindo como el del video. Los motores no tenían la fuerza suficiente, o las impresiones no encastraban perfectamente. Probamos que los chicos programen con Snap (chicos de 10 años en promedio). Los chicos felices, entusiasmados, a veces un poco frustrados, pero.... ¿no es parte de ser un inventor / programador / MAKER el frustrarse y aún así volver a intentarlo? Agradezco a Chicos.Net y el C3 la experiencia.

DashAsí, empecé a pensar que era hora de probar algún robot comercial. Mis amigas de Chicos.Net tienen un DASH, un robot adorable de Wonder. Me lo prestaron. Lo llevé a casa, bajé la App en la tablet, y con mi hija de 11 años empezamos a programar. La programación es con bloques, como Scratch y como se está enseñando a programar a los niños hoy. Un ojo grande, leds de colores, un andar con varias velocidades.... no es BayMax, pero por unos días fue la mascota de la casa. La programación es intuitiva, con actividades que van subiendo en complejidad, los sensores de proximidad y de sonido y la posibilidad de hacerlo girar en diferentes ángulos, y unos ruiditos simpáticos que te avisan cuando hace mucho que no lo usas, realmente nos entretuvo por varios días. Armamos historias, jugamos a las escondidas... y aprendimos a programarlo. Muy recomendable (quizás no por su precio) para chicos de 6 a 12 años aproximadamente.... lo que no sé es cuán escalable es. Mi hija, después de 15 días, pensaba que lo mejor sería si consiguiésemos uno roto para desarmar y analizar cuantos motores, sensores, leds tenía... para hacer uno nosotras.

Resultado de imagen para rover robot arduinoEnvalentonada por las formas "redondeadas" intenté con Juno, otro proyecto libre con Arduino. Tampoco conseguí motores con la fuerza suficiente (como me pasó con OTTO). Intercambiando amigos con Gustavo, otro amigo, él terminó realizando un lindo auto manejado vía Bluetooth adentro de un tupper con Arduino Uno. (Tupper y cajas de cartón, más livianos que las impresiones de Juno).

Siguiendo en la búsqueda de llevar la robótica a la escuela, ayer hice una capacitación los Lego WeDo 2.0. Lindo. Casi casi cumple con todos los requerimientos. El espíritu MAKER está en los ladrillos, engranajes, motores. La programación nuevamente es iconográfica (por bloques). El software se baja a una tablet o máquina con Windows, el requerimiento es que tenga Bluetooth. Las actividades están muy bien explicadas y la sensación de armar desde cero es inigualable. Creo que a diferencia de Dash, al poder "armar y desarmar",  los proyectos en los que se puede utilizar son mucho más variados y generan una sensación de DIY (Do It Yourself) que genera mucho placer. A nivel programación, no difiere mucho. Son bloques propietarios, restringidos (por ejemplo, WeDo no tiene condicionales, aunque tiene loops). El kit trae sensores de movimiento y de inclinación. Y simula sensor de sonido utilizando el micrófono del equipo donde está instalado el software.
                                         La imagen puede contener: interior

Definitivamente, sigo pensando que lo mejor es tener tu placa, tu Arduino, tu protoboard, tus leds, motores y sensores. Y frustarte, y probar, con un tupper, una botella o algo impreso en la 3D. Pero si tu nivel de frustación es bajo o estás tratando de introducir el espíritu del programador/maker a un niño, de lo que probé definitivamente me quedaría con el kit de Lego.

Y de allí saltaría a un Arduino, a programar con código "duro". Y algún día... BayMax llegará a mi vida!!!!!


1 comentario:

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