lunes, 29 de diciembre de 2025

Una verdad incómoda: el Vibe coding, la IA como copiloto, sirven

Vite


Programo desde hace muchos años. Pasé por Pascal, Visual Basic, la programación orientada a objetos con Java, la llegada de Python y todo lo que vino después. Durante décadas, crear un producto “bien hecho” parecía estar reservado a quienes dominaban lenguajes, frameworks, librerías, configuraciones y un vocabulario técnico cada vez más extenso.

Si no te actualizabas permanentemente, la puerta parecía cerrada.

Lo que sucedió ayer terminó de confirmar algo que vengo intuyendo desde hace tiempo: ese paradigma está cambiando.
No porque el conocimiento técnico haya dejado de importar, sino porque ya no es el único camino.

Tenía que entregar un prototipo de un formulario. Funcionaba, era correcto, pero era frío. Minimalista, sin alma. La experiencia de usuario no invitaba, no acompañaba, no decía “acá hay alguien del otro lado”.

Necesitaba cambiarlo. Y rápido.

Y ahí recurrí a ChatGPT. 

No voy a decir que fue “sin código”. Hubo código.
Pero no fue coding en el sentido tradicional de sentarse a escribir línea por línea sabiendo exactamente qué hace cada cosa.

Fue otra cosa.

Fue vibe coding.

¿Qué quiero decir con vibe coding?

  • saber qué quiero lograr

  • tener claro para quién

  • reconocer cuándo algo “no funciona” aunque compile

  • y, sobre todo, hacer las preguntas correctas

La diferencia no estuvo en dominar React, Tailwind, Vite o Vercel (no los domino en profundidad), sino en el criterio: pedagógico, comunicacional y de experiencia de usuario.

En este proceso, la inteligencia artificial no fue “la que hizo todo”.
Fue coach, par de programación, espejo y traductor.



No escribí:

“Haceme un formulario”.

Escribí cosas como:

  • "¿Cómo modifico el código para poder embeberlo en Google Sites?"

  • “¿Me explicás cómo creo el proyecto Vite?”

La IA no reemplazó mis decisiones.
Me ayudó a iterar más rápido, a probar caminos, a salir de atolladeros técnicos y, sobre todo, a no abandonar cuando lo técnico se volvía ruido.

Sin saber “cómo se hace” en términos técnicos profundos, pero sí sabiendo que necesitaba transmitir, fuimos logrando el prototipo de la página deseada con el formulario embebido.

De Google Forms a React


Esto no demuestra que “ya no hace falta saber nada”. Si no tuviese todos los años y experiencia que tengo encima, es probable que hubiese abandonado en los primeros comandos que hubo que tirar al Powershell. Demuestra que hoy es posible construir cosas valiosas sabiendo lo suficiente y preguntando bien

Mis conocimientos previos fueron el suelo.
La IA fue el andamio.
El resultado: un prototipo funcional.

Esto abre una puerta enorme:

  • prototipar sin depender de equipos técnicos grandes

  • probar ideas antes de institucionalizarlas

  • diseñar experiencias con foco en las personas

  • y recuperar la sensación de “sí, esto lo puedo hacer”

Tal vez el verdadero cambio no sea técnico, sino cultural.

Tenemos que aprender a preguntar, partiendo de una base sólida de conocimientos sobre el tema.

GitHUB


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